Durante una patrulla rutinaria en la zona, las autoridades lograron el hallazgo de un fusil AK-47 enterrado en una vivienda abandonada. El descubrimiento se produjo gracias a la labor de los agentes encargados de velar por la seguridad en el área.
Junto al arma de fuego, se localizaron varios elementos adicionales que amplían la preocupante magnitud del hallazgo. Entre ellos se encuentran cinco cargadores, 39 municiones y nueve cartuchos para escopeta. Estos objetos, claramente relacionados con actividades ilícitas, fueron encontrados en el mismo lugar donde se ubicó el fusil.
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Las autoridades han puesto en marcha un riguroso proceso de análisis y estudio científico para determinar la posible vinculación de este armamento con casos de homicidios recientes. A través de la realización de pruebas forenses y análisis balísticos, se espera obtener información clave que permita esclarecer crímenes y desarticular redes criminales involucradas en actos delictivos de gravedad.
Las investigaciones están en curso y se espera que los resultados de los estudios científicos puedan proporcionar pistas valiosas para la identificación y persecución de los responsables de los actos delictivos.
