En un importante golpe a la delincuencia, las autoridades de El Salvador lograron la captura de una peligrosa estructura de pandilleros perteneciente al Barrio 18. Esta banda operaba en el departamento de Cuscatlán, específicamente en Santa Cruz Michapa y Cojutepeque, donde sembraban el terror con sus actividades delictivas.
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Los detenidos enfrentan graves cargos de limitación a la libertad de circulación y extorsión agravada. Una de las víctimas sufrió el calvario de ser golpeada y amenazada durante tres meses, obligándola a abandonar su propio hogar. En otro caso espeluznante, los extorsionistas exigieron la exorbitante suma de $1,500 a cambio de no segar la vida de su víctima.
Este exitoso operativo, llevado a cabo por la Fiscalía y la Policía, incluyó allanamientos que permitieron incautar dinero en efectivo y celulares, evidencia vital para el proceso judicial. Con la desarticulación de esta banda criminal, se envía un mensaje claro de que el Estado está comprometido en combatir el flagelo de la extorsión en El Salvador.
